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Los últimos días de Julian Assange en el Reino Unido

El camino largo y tortuoso de este editor de WikiLeaks a través del sistema legislativo de Inglaterra podría acabarse pronto. Lo que le espera a continuación es aterrador.
Babar Ahmad recuenta su espeluznante expulsión hacia EE.UU., sacando a la luz la cruda realidad de la extradición y el posible destino de Julian Assange.

El 26 de marzo, la corte británica sentenció que Julian Assange puede apelar su extradición a menos que EE.UU. garantice que Assange podrá practicar la libertad de expresión, que su juicio no se verá perjudicado por su nacionalidad australiana y que la pena de muerte no esté impuesta. Se ha fijado el 20 de mayo como la nueva fecha para la audiencia. 

“Un día en una prisión americana es como un año en una prisión de alta seguridad en Bretaña. Podrías pasar un año en Belmarsh y aun así no se compararía a un día en uno de esos lugares”. 

Babar Ahmad es alguien que sabe. Fue extraditado a EE.UU. en 2012 acusado de proporcionar material de apoyo al terrorismo por dos artículos publicados en su página web en los que ofrecía apoyo al gobierno talibán de Afganistán. Pasó ocho años peleando la extradición. “Siento pena por cualquiera que se dirija allí porque yo pasé por eso", dijo cuando mencioné a Julian Assange, el periodista australiano que fue arrestado en Londres por casi cinco años. Assange se acerca al final de su apelación jurídica contra su propia extradición a EE.UU. “Va a conseguir buenos abogados en EE.UU. porque obviamente tiene mucho apoyo”, comenta Ahmad. “Pero es duro. Muy duro. Las personas pueden atravesarlo, pero no sé cómo es él como persona, cuál es su resiliencia, como fue su infancia”.

La extradición de Babar a los EE.UU. fue pausada temporalmente en 2007 por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Pero las cosas se movieron más rápido cuando se dio luz verde a la extradición cinco años más tarde.

Ahmad estuvo en HMP Long Lartin, una prisión para hombres de categoría A en Worcestershire.

Cuando finalizó la última audiencia “de repente nos habían encerrado en nuestras celdas” cuenta. “Dijeron: solo puedes salir para usar el teléfono y almorzar o tomar una ducha, luego tienes que volver. No hubo organización en absoluto”.

Ahmad vio la decisión por televisión. “Literalmente dentro de casi un minuto, un par de oficiales abrieron la puerta de mi celda”, cuenta.

Celda estéril

Le dijeron que empacara un bolso pequeño y luego le dieron ropa para vestirse. “Lo llamamos la banana. Es como un uniforme de dos piezas a rayas, verde y amarillo de servicio penitenciario”.

Luego Ahmad fue desnudado, registrado y metido en una celda estéril. “Estéril, básicamente significa que está completamente vacía”, comenta.

Luego continuó: “Entonces, estoy en una celda. Estoy sentado allí esperando. Pasan un par de horas. Ese día llovió mucho, me acuerdo de eso. Alrededor de las 5:30 pm vinieron a buscarme y me llevaron a una pequeña habitación alfombrada donde solíamos rezar y relajarnos”.

Allí estaban el director de la prisión y muchos oficiales. Pusieron a Ahmad en la "silla del jefe": un escáner de seguridad de orificios corporales. 

“Es para revisar si tienes, por ejemplo, un teléfono móvil escondido en algún lugar de tu cuerpo, o una navaja o algo así. Normalmente está ubicado en la sección de recepción de la prisión. Pero ésta, ellos la trajeron directamente a nuestra unidad. Así que me senté en la silla del jefe”.

Luego llegaron oficiales de policía de la brigada de extradición vestidos de civiles y le pusieron las esposas. Le acompañaron a través del pabellón hasta la puerta trasera, a través del patio de ejercicios, y luego a la camioneta de la policía que había entrado en el recinto real de la prisión, junto al pabellón. Ahmad nunca había visto algo así.

El Destino de Assange

Cuando el miércoles concluya la audiencia del largo caso de Assange podría darse un escenario similar. 

Pero si bien el sistema jurídico del Reino Unido se habrá agotado para ese entonces, Assange tiene otra oportunidad con el TEDH en Estrasburgo. 

Si los jueces del Tribunal Superior fallan en contra de Assange, sus abogados pueden solicitar al TEDH una medida cautelar conforme al Artículo 39, que detendría la extradición hasta que el tribunal europeo hubiera examinado el caso. 

Las decisiones son vinculantes para los países asociados y no hay precedentes de que el Reino Unido no respete una orden del Artículo 39 sobre una extradición propuesta.

Christophe Marchand es el abogado belga asignado por Assange para coordinar y preparar el posible litigio ante el TEDH.

“El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dispone de una plataforma en Internet donde puede presentar su demanda con arreglo al artículo 39, y la decisión puede producirse en pocas horas”, me dijo Marchand. “Una vez tomada la decisión, el tribunal se pone en contacto con el Estado para comunicarle que ha tomado la decisión y que la extradición debe detenerse”.

Artículo 39

Marchand se muestra esperanzado sobre las posibilidades de que el TEDH emita una orden conforme a la Regla 39 si Assange pierde este último recurso. “Estamos seguros de que el tribunal lo va a tomar muy en serio, porque tenemos muchos argumentos”, comentó. 

“Recuerde que el primer juez, en el tribunal de primera instancia, ya consideró, por las condiciones de la prisión, que había riesgo de que se suicidara si iba allí, que se le pondría en condiciones muy restrictivas”.

Sin embargo, el caso Assange ha sido irregular desde el principio, como ha informado ampliamente Declassified. Algunos creen que el Reino Unido podría tomar la medida sin precedentes de no acatar la orden del Artículo 39, o trasladar a Assange fuera de la jurisdicción antes de que se emita. 

En Bélgica, en octubre de 2013, el terrorista de Tunisian Nizar Trabelsi fue extraditado a EE.UU. extremadamente rápido antes de que se emitiera el Artículo 39. 

“Esta persona fue extraditada, los abogados no fueron informados, nadie fue informado” dijo Marchand. “Todo ocurrió a oscuras. Esta persona fue llevada a un lugar secreto, drogada, esposada, atada a un asiento y fue enviada por un avión privado de la CIA directamente a EE.UU. donde fue puesta en confinamiento solitario”.

Si el TEDH emite una medida cautelar en virtud del Artículo 39, el procedimiento de extradición se suspende, pero sólo se trata de una medida provisional. Los abogados de Assange presentarían entonces una demanda sobre los méritos del TEDH considerando que las decisiones del Reino Unido eran erróneas.

Toma un mínimo de 18 meses para que los tribunales evalúen esta situación. En el caso de Babar Ahmad, tomó cinco años.

RAF Mildenhall

Cuando Ahmad salió de HMP Long Lartin en la camioneta policial en aquel día lluvioso de octubre, no tenía idea de hacia dónde se dirigía.

“Cuando salimos vimos un montón de camarógrafos, fotógrafos, todo, incluso había un helicóptero sobrevolándonos”, dice Ahmad.

“En mi mente, yo pensé que estábamos siendo llevados a algún tipo de aeropuerto, como un aeropuerto comercial, para ser entregados a los alguaciles estadounidenses, porque eso es lo que otras personas que habían sido extraditadas experimentaron”.

Ahmad recuerda que el viaje fue largo, alrededor de dos horas.

“Todo era campo y no había autopistas, todo eran carreteras A, lo que significa que tenías pequeñas rotondas cada dos minutos. Así que íbamos de izquierda a derecha, de izquierda a derecha, de izquierda a derecha. Llovía fuerte. Y después de unas 2 horas, entramos en esta base aérea de la RAF. Fui cadete cuando era más joven, así que sé cómo se ve una base de la RAF".

Se trataba de la base de Mildenhall, en Suffolk, la instalación central de las Fuerzas Aéreas estadounidenses en Gran Bretaña, donde están estacionadas permanentemente 4.245 tropas estadounidenses. 

Dos jets ejecutivos de doce plazas estaban en la pista con los motores y las luces encendidas.

“Había reflectores por todas partes y pararon la camioneta delante de un edificio de ladrillo cerca de donde están los dos jets”, dice Ahmad.

Los oficiales de policía ingresaron al edificio. “Uno regresa y dice, ‘disculpen muchachos, pero van a necesitar ponerse estos antes de ingresar’. En sus manos llevaba unos pasamontañas oscuros y unos protectores auditivos”.

Ahmad sabía que eso no estaba bien. “Dije ‘jefe, sabes, no puedes hacer eso en Europa. Sabes que es ilegal. No tienes permitido hacer eso’. Y él como que se encogió de hombros”.

Pasamontañas y protectores auditivos

El oficial de policía le puso el pasamontañas oscurecido y los protectores auditivos a Ahmad y luego fue llevado dentro del edificio. Luego éstos fueron removidos.

“Estoy en esta habitación, dentro de este edificio de un piso, que probablemente tenga unos 40 años, empieza a ladrar órdenes, gritando, ‘ahora te encuentras en custodia de los Estados Unidos de América. Serás tratado con respeto a menos que nos des una causa para lo contrario. Comprendes?’”

Ahmad dijo que sí. El americano luego preguntó si tenía alguna pregunta. “Dije, ¿qué tan largo es el vuelo? Lo cual era la pregunta más relevante”.

"Esa pregunta es irrelevante”, ladró el americano. “Yo pensé, está bien, este tipo quiere jugar a GI Joe”, dice Ahmad. “Luego de eso, simplemente me callé”.

Ahmad dijo que el agente de la policía metropolitana que seguía allí tenía el susto pintado en la cara. 

“Lo miré e hicimos contacto visual, y fue claro que los americanos estaban a cargo ahí”.

Ahmad fue conducido a otra sala y fue desnudado y registrado nuevamente. A continuación le pusieron un overol con un cinturón de cuero sujeto con grilletes.

“Así que me pusieron los grilletes en los tobillos. Luego hay una especie de cadena que sale de los grilletes de los tobillos. Sube y se sujeta a ese cinturón de cuero, que está alrededor de mi cintura. Entonces las esposas que están en mis muñecas, están unidas a ese cinturón, ¿no? Así que básicamente, no puedo estirar los brazos”.

El pasamontañas y los protectores auditivos fueron puestos nuevamente y luego Ahmad fue conducido a la pista.

“Yo iba arrastrando los pies con los grilletes, llegamos a la escalera y él gritó: "Vale, sube". Entonces entramos. Así que me ataron a una especie de asiento grande. Después de un rato, dijeron: ‘Ahora vamos a quitarte el pasamontañas’”.

“Entonces lo removió y luego retiró los protectores auditivos. Y estoy sentado en este jet privado en dos grandes sillones de cuero que están en este interior de fresno y nogal. Los sillones estaban uno frente al otro y pensé, ¡vaya! al menos puedo ir en un jet privado”.

Pero ese era solo el comienzo del viaje. De acuerdo con Ahmad, lo que Assange puede esperar de EE.UU. es mucho más espeluznante.

Matt Kennard (@kennardmatt en X) es el investigador principal de Declassified UK. Fue miembro y luego director del Centro de Periodismo de Investigación de Londres.

Available in
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Author
Matt Kennard
Translators
Oriana Mendoza, Fabian Arequipa and ProZ Pro Bono
Date
05.04.2024
Source
Original article🔗
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