Su objetivo es contribuir a la construcción de una sociedad con relaciones económico-sociales colaborativas entre humanos y con la naturaleza, que generen una cultura de justicia, equidad, democracia, cuidado y respeto por la biodiversidad, la diversidad étnica, filosófica y cultural, basada en la economía solidaria de liberación como plataforma de sostenibilidad.
Para ello, promueve la creación de estructuras, articulaciones, alianzas y redes económicas, socio-políticas y de circuitos económicos solidarios de las organizaciones sociales y emprendimientos solidarios, integradas por trabajadorxs autónomxs, y pequeñxs y medianxs productorxs rurales y urbanxs, en los niveles territorial comunitarios, nacionales y globales.
Como parte de los contenidos teóricos y acciones prácticas de la economía solidaria de liberación, revindica la autogestión y reproducción de los bienes comunes (sociales y naturales) y públicos, como sustento democrático. Fomenta la economía feminista, el comercio justo, las finanzas éticas, el consumo responsable, la agroecología y la soberanía alimentaria, como parte del paradigma del Buen Vivir.