Batthyány: La visión del Nuevo Orden Económico Internacional

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Intervención de Karina Batthyány, Directora Ejecutiva del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), en el Congreso de La Habana sobre el Nuevo Orden Económico Internacional

Si una imagen puede sintetizar el momento actual de América Latina y del mundo, es la de la encrucijada: una encrucijada compleja, debido a que se produce por una conjunción de fenómenos económicos, ambientales, políticos, ideológicos, culturales, sociales y sanitarios.

Esta complejidad trasciende los graves problemas de la pobreza, la falta de empleo o la concentración de la riqueza, e involucra otras dimensiones, como los derechos humanos, las desigualdades, las migraciones, la corrupción, la violencia, la inseguridad, la postergación de los derechos de los pueblos indígenas, la ausencia o debilidad de institucionalidad estatal, la movilización social, la calidad de la democracia, las derivas autoritarias de algunos gobiernos, la falta de oportunidades.

Se hace pues necesario y urgente construir alternativas en los niveles nacionales, regionales y globales en un contexto de debilitamiento de los organismos multilaterales. Debemos analizar y buscar mecanismos de aseguramiento global, que permitan el desarrollo de bienestar universal y nuevos mecanismos de solidaridad.

Los países y sus Estados no podrán hacerlo solos. Es urgente por tanto discutir dimensiones de la ciudadanía a nivel global, ya no es suficiente con esas dimensiones solo a nivel nacional. Es decir, dimensiones de ciudadanía globales, civiles, políticas y sociales. Esto implica abordar temas como las migraciones, la protección social para todos y todas, la gobernanza, etc.

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Los procesos de inestabilidad política, social, democrática, económica que observamos están muy vinculados a la globalización salvaje y la imposibilidad de respuesta a nivel individual de los países. Las dinámicas globales implican problemas a nivel global que lejos están de poder abordarse desde lo nacional. Se trata en definitiva de la necesidad de defender los bienes públicos a nivel global. El cambio climático, las migraciones, entre otros fenómenos son ejemplos en esta dirección.

Necesitamos por tanto definir nuevos pactos o contratos sociales. Nuevamente en distintas dimensiones sociales, económicas, políticas. Sin duda el más general es entre clases y grupos sociales. Trabajar en la idea de estándares de protección y bienestar social no asociados a lo laboral o mercantil, si no de carácter universal.

Asimismo, es necesario redefinir el contrato de género y la división sexual del trabajo, poner en jaque el sistema actual patriarcal. Aquí sin duda el tema de los cuidados adquiere una relevancia central en tanto nudo crítico de las desigualdades de género.

La dimensión generacional es otra dimensión a tener presente en esta redefinición de los contratos sociales. El factor demográfico es claro en términos de envejecimiento y necesidad de invertir en primera infancia. Esto pone en discusión los sistemas de seguridad social. Para todo esto se necesitan nuevos pactos fiscales.

Todos estos temas colocan en tensión a los sistemas democráticos y aparecen los autoritarismos como hemos visto en varios países. Por tanto, es urgente avanzar en rediseñar el modelo económico y consolidar una renta básica ciudadana, desde la premisa de que el acceso a los bienes esenciales es una condición para la existencia de una ciudadanía democrática en la que se garantice la igualdad y la dignidad de todas las personas. También fortalecer la calidad de nuestras democracias e impulsar un diálogo entre organizaciones, estados y otros actores que elaboren, en conjunto, soluciones basadas en la democracia participativa y en la educación cívica orientada a la solidaridad y cooperación, no hacia el emprendedurismo y la competitividad a toda costa.

Asimismo, construir una nueva relación con el ambiente La crisis demuestra que es hora de repensar la relación de la humanidad con la naturaleza, la defensa de la vida en su conjunto es la condición para la supervivencia de la humanidad. En este marco también es necesario repensar la movilidad humana. Reconocer a la migración y a la movilidad humana como un derecho humano básico. Todo lo anterior desde una premisa básica de igualdad de género, sin la cual es imposible avanzar.

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Karina Batthyány es Directora Ejecutiva del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).

Available in
Spanish
Authors
Karina Batthyány
Published
15.02.2023
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